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El branding nunca ha sido estático. Se ha movido siempre al ritmo de la sociedad, de la tecnología y, sobre todo, de las emociones humanas. Hoy, en un escenario donde las redes sociales amplifican tanto el entusiasmo como la frustración de los consumidores, la gestión de marca ya no depende únicamente de un buen logo o una campaña atractiva: depende de comprender cómo las personas sienten y se relacionan con una marca.

En ese contexto surge una innovación chilena que está dando que hablar: el “Ecualizador Emocional”, modelo creado por Luciano Castellucci (UAI) y recientemente reconocido por la revista internacional Harvard Deusto Business Review. Su propuesta es simple y potente: medir en qué dimensiones emocionales —experiencia, valores y estética— una marca está generando amor u odio, para luego ajustar la estrategia en consecuencia.

Más que una moda, el modelo confirma una verdad que en EMEIGE hemos visto en la práctica durante más de 30 años: las marcas no se gestionan solo desde la razón, sino también desde la emoción.

Lo que el Ecualizador nos recuerda a todos

El ecualizador propone que una marca puede estar en escenarios de amor absoluto, odio, ambivalencia o indiferencia. ¿Qué significa esto en la práctica?

• Amor: fidelidad, preferencia y defensa activa del cliente.
• Odio: críticas que dañan reputación y ventas.
• Ambivalencia: consumidores que aplauden en unboxing, pero critican en servicio.
• Indiferencia: el peor de los mundos, cuando la marca simplemente no importa.

En un mercado hiperconectado, ignorar estas señales equivale a navegar sin brújula.

El enfoque EMEIGE: branding que ajusta y evoluciona

En EMEIGE entendemos que no todas las marcas necesitan un rebranding total. Muchas veces basta con un ajuste estratégico: redefinir un relato, pulir la estética, ordenar la arquitectura de marca o generar un discurso coherente que conecte con los valores de su público.

Nuestro servicio de Branding e Identidad de Marca abarca:

• Branding y Rebranding: construcción o renovación de marcas sólidas y contemporáneas.
• Definición de relato y propósito: darle discurso a tu marca, que se sienta vivo y auténtico.
• Arquitectura de marca y manuales: coherencia en cada punto de contacto.
• Ajustes estratégicos: detectar las palancas emocionales que realmente mueven a tu audiencia.

El ecualizador confirma algo que ya aplicamos en cada proyecto: el branding moderno no es cosmética, es diagnóstico y acción.

Clave para las pymes y empresas

Para las pequeñas y medianas empresas, donde los recursos deben usarse con precisión, este tipo de metodologías son aún más valiosas. No se trata de gastar de más, sino de enfocar la estrategia en el lugar correcto. A veces el problema no está en el producto, sino en cómo la marca lo comunica o en cómo transmite sus valores.

En EMEIGE acompañamos a las empresas a escuchar, interpretar y traducir esas emociones en decisiones estratégicas, combinando experiencia en múltiples industrias con una visión integral que une branding, contenidos, marketing digital y publicidad.

El “Ecualizador Emocional” es una demostración de que el branding moderno va mucho más allá del diseño gráfico. Se trata de conectar, emocionar y ajustar constantemente la relación entre la marca y las personas.

En EMEIGE, creemos que cada marca puede encontrar su frecuencia correcta. Y nuestro rol es ayudarlas a sintonizarla.

¿Quieres conversar sobre cómo está hoy tu marca y hacia dónde puede evolucionar?